Nuestra imagen corporal y autoestima, y como hacernos amigos de nosotros
Nuestra imagen corporal y nuestra autoestima, y cómo a veces puede resultarnos difícil reconocer que nuestro cuerpo es nuestro, independientemente de la forma y talla que se tenga. Es importante tener en cuenta que el aspecto de nuestro cuerpo sólo es de nuestra incumbencia, es decir, que soy yo quien ha de estar contento/a conmigo mismo y con mi cuerpo.
Sabemos que todo el mundo tiene cosas que no le gustan de sí mismo, y que muchas de ellas no se pueden cambiar y transformar con facilidad, así como también sabemos la difícil tarea que significa para algunos de nosotros, aceptarnos tal y como somos.
Cuando hablamos de imagen corporal hacemos referencia a la imagen completamente mental que tenemos sobre nuestra apariencia externa y física. Y cuando nos referimos a la autoestima es referirse a cómo nos sentimos con nosotros mismos, como personas. En ambos casos incluyen sentimientos positivos y negativos que están influenciados por la sociedad, la cultura, antecedentes familiares y nuestras experiencias a lo largo de la vida.
Hoy en día, la imagen corporal constituye una parte muy importante de la autoestima de las personas, sin olvidarnos que no es el único elemento que conforma nuestra autoestima. Así pues, podemos pasarnos gran tiempo de nuestras vidas obsesionándonos e intentando modificar las formas y partes de nuestros cuerpos, persiguiendo la anhelada aceptación, nuestra y del entorno. La gran mayoría, mujeres, participamos de este rol aprendido e incentivado por la publicidad, por la sociedad de consumo, que conoce lo rentable del mercado, de los deseos y los sueños de las personas (que si con las nalgas diferentes tendré éxito en el amor, que si aumentando el pecho atraeré miradas que ahora echo de menos, que mis caderas, mi barriga y un largo etcétera…). Nos venden entonces una fantasía, la que asocia “esa imagen venerada con la felicidad”, con el bienestar, con la sonrisa y con el éxito. Y…la compramos.
Y si ésta es la sociedad en la que vivimos, qué podemos hacer como individuos?
Lo primero está en pararnos y poner atención en cómo estamos viviendo. Como es nuestra propia imagen, nuestro cuerpo. Como y cuáles son las sensaciones que sentimos, así como el grado de aceptación y valoración en este momento (para ello podemos pensar, analizar y observar cuántas acciones emprendemos habitualmente cuyo objetivo principal es moldear, cambiar ó corregir) .Si sentimos que lo más importante es nuestra imagen, entonces nos hemos alejado de nuestra verdadera naturaleza.
Fijémonos en las cosas buenas que tenemos y somos, en los aspectos positivos de nuestra personalidad, la forma de ser y de comportarnos con los demás, con nuestro trabajo, hobbies, hijos, familia, amigos, valores y un largo etc. Cuando esto nos resulte difícil, y gran parte de nuestras expectativas las enfoquemos en el físico, en la apariencia e imagen, podremos darnos cuenta del verdadero origen del malestar, que es, el que nos ayudará a entender qué nos ocurre. Podemos formularnos las siguientes preguntas; como me siento? Me siento seguro/a? Que intento controlar? que decido por y para mí? Cuáles son mis diálogos internos? que es lo que necesito en realidad?
No nos creamos que la identidad personal = Cuerpo 10. Una persona es mucho más que ropas ceñidas, músculos, siliconas, pasarelas, productos light, cremas anti todo, tatuajes, dietas y piercings. No nos engañemos por modelos de “belleza”, que permanecen jóvenes para siempre y no sucumbamos a la propuesta de «mujer» de los medios de comunicación. Y recordemos que si no nos valoramos como personas, los demás tampoco podrán hacerlo. Querernos, es hacerlo en la totalidad, en lo externo y en lo interno, y este es el principal pilar de la propia autoestima, así pues vivamos con lo que somos y siendo como somos, tal cual.
No olvidarnos de….:
• Las personas naturalmente tenemos diferentes clases de cuerpos y medidas.
• Una persona que se siente bien en su cuerpo es más atractiva para los/as demás.
• Las personas sentimos atracción por diferentes cualidades personales.
• No existe un cuerpo o peso perfecto.
• Cada tipo de cuerpo es diferente, cada persona es individual y en las diferencias existe lo real, lo autentico de cada uno.
• No es útil y sano clasificar lo bello con lo bueno y lo feo con lo malo, ya que éstos son factores superficiales.
• Respetar el cuerpo de otra persona ayuda a respetar el nuestro.
• Cada persona tiene la responsabilidad de cuidar y proteger su cuerpo.
• Las personas no se miden por el tamaño de su cuerpo.
• Sé tú mismo/a sin tratar de ser quien no eres.
• No te obsesiones con tu peso, figura, comida, y deporte…
• Procura comer de forma saludable y haz ejercicio.
• Disfruta de todo ello, disfrutando de ti.
• Tu cuerpo es para siempre.