Los celos son unos de los grandes enemigos de la pareja
Para ello proponemos una serie de claves que os ayudarán
La definición de los límites
Para considerarse ‘‘una pareja”, dos personas deben establecer límites alrededor de su unión que diferencien su relación de todas las otras (Perel, 2006). Esta tarea se lleva a cabo adoptando normas sociales y culturales, y definiendo parámetros que son exclusivos de la pareja. Es importante que estos límites se negocien y que sean aceptables para ambos.
Por ejemplo, cuando dos personas se casan habitualmente lo hacen bajo el supuesto de la monogamia. Sin embargo, las características especificas de lo que significaría monogamia para ellos evolucionan mediante una serie de negociaciones en las que se explicitan cuanta separación y cuánta cercanía pueden tolerar, qué es privado y qué se puede compartir, y qué consideran ellos como conducta social apropiada. Todas las parejas definen de esta manera flexible el significado de la fidelidad en su relación en particular, lo cual es un factor protector cuando se gestionan los celos.
Las parejas también tienen que definir límites en términos de cuánta influencia e interferencia van a tolerar de parte de los padres, la familia política, los niños, los ex esposos, los amigos, el trabajo, los ordenadores y los teléfonos inteligentes. Tienen que renegociar los límites a medida que avanzan en el ciclo vital, y deben acomodarse a la crianza de los hijos, las crecientes demandas profesionales, la jubilación y los problemas de salud.
Los celos generalmente indican que las definiciones de límites de ambos miembros de la pareja no son congruentes.
Encontrar un balance entre la seguridad y la libertad
Mitchell (2002) sugiere que todos deseamos intensamente lo predecible del hogar, y sin embargo también anhelamos autonomía para explorar lo nuevo. Los individuos varían bastante en términos de cuánta libertad desean para sí mismos y su pareja y qué es lo que desencadena los celos o no.
Mientras algunas parejas prosperan a distancia y pasando juntos solamente los fines de semana, otras sufren cuando están separadas aunque sea por una noche. Algunos encuentran aceptable coquetear con otras personas, en cambio otros no pueden tolerar que su pareja tenga amigos cercanos. Para mantener la vitalidad en sus relaciones de largo plazo, la mayoría de las parejas necesitan un balance entre seguridad y libertad que debe negociarse de manera explícita.
Sin embargo, las parejas que tienen dificultades con los celos terminan en extremos opuestos, en que un miembro se siente amenazado por la separación y el otro insiste en el derecho a la libertad.
Tradicionalmente los hombres se han sentido amenazados por la independencia de las mujeres. El hecho de que una mujer se haga cargo de sus propios deseos, o que haya tenido muchos otros amantes, o tenga recursos propios, son situaciones que implícitamente pueden significar que ella no necesita al hombre.
Incluso si no hay evidencia alguna de traición, el modo de ser independiente de una mujer puede inspirar la ‘‘duda’’ de los celos.
Enfrentar la incertidumbre y las fragilidades del amor
Cuando amamos debemos lidiar con sentimientos de vulnerabilidad y riesgo con respecto a la persona amada. Debemos enfrentar el hecho de que nuestros corazones pueden romperse y podemos perder a la persona amada a causa de la traición, el rechazo, el divorcio o la muerte.
En último término, no tenemos control sobre sus sentimientos y acciones. Al mismo tiempo, debemos confiar día a día en que podemos contar con la persona que amamos. Para sostener una relación a lo largo del tiempo debemos manejar estas contradicciones existenciales del amor adulto haciéndonos cargo de nuestros miedos y vulnerabilidades de formas que no sean perjudiciales para la relación.
Al enfrentar el ir y venir de las inseguridades que naturalmente surgen durante una relación de largo plazo, algunas parejas desarrollan formas efectivas y creativas de lidiar con sus vulnerabilidades y temores, y otras no. Las parejas más efectivas tienden a ver los celos como parte del amor, como una advertencia de que han perdido conexión, sexualidad o afecto, y que es necesario reforzar la importancia del uno para el otro.
Pasini (2003) habla de celos que son afrodisiacos. El individuo provoca los celos de su pareja como estrategia para recuperar su atención. Al mismo tiempo, estas personas saben ser consideradas y calmar a su pareja. El miembro celoso puede pedir disculpas por haber hecho una escena o puede actuar de un modo sexualmente apasionado que refuerza el vínculo entre ellos. El miembro que ha estado bajo sospecha puede readecuar su conducta para aliviar las inseguridades de su pareja. Cuando los miembros de la pareja no logran abordar sus sentimientos desde la perspectiva de lo que es bueno para la relación, los celos pasan rápidamente del miedo a perder a la persona amada a esfuerzos perjudiciales por recuperar el poder y el control.
Desarrollar estrategias efectivas para manejar las inseguridades personales y las incertidumbres del amor puede ser un trabajo complicado para la pareja. Buscar apoyo de un profesional puede ser una decisión acertada para que los miembros de la pareja puedan crecer y madurar juntos.